martes, 13 de julio de 2010

Estructura básica del músculo

Un músculo esquelético está rodeado por una capa de tejido conjuntivo, llamada epimisio que le da la forma, su objetivo es proporcionar una superficie sobre la cual puedan deslizarse los músculos vecinos. Si se observa la sección transversal de un músculo, se pueden ver pequeños haces de células que a su vez están rodeados por una capa de tejido conjuntivo llamado perimisio.

Cada fascículo consta de numerosas células musculares, también llamadas fibras, cada una de las cuales está rodeada por tejido conjuntivo llamado endomisio.

En el examen microscópico, la célula muscular aparece constituida por pequeños elementos denominados fibrillas musculares o miofibrillas, las cuales se disponen en paralelo y confieren al músculo su aspecto estriado.

Las miofibrillas, a su vez, están formadas por monofilamentos que son moléculas de proteína, la actina y la misiona son las más importantes.

Cuando un músculo se contrae, los filamentos de actina se sitúan entre los de miosina, por lo que las miofibrillas se acortan y se engruesan.