La tension muscular, se origina apartir de acciones musculares concéntricas excéntricas e isométricas. La fuerza muscular varía de manera no lineal cuando un músculo activo pasa de una acción isométrica a realizar una acción excéntrica. Este comportamiento puede ser explicado en función de los puentes cruzados (Knutgen H.G., Krae-merW.J. Terminology and measurement in exercise performance. J App Sport Sci Res, 1987; 1: 1-10.
Cuando las tres acciones se producen de manera continúa en este orden: excéntrica-isométrica-concéntrica, y el tiempo de transición entre la fase excéntrica y concéntrica es muy corto, daría lugar a una acción múltiple denominada ciclo de acortamiento-estiramiento (González-Badillo, 2000a: González-Badillo y Ribas, 2002; Knulgcn y Kraemer, 1987; Komi, 1986). Una de las propiedades más características de la función muscular es la optimización de la potencia muscular en los movimientos de ciclo acortamiento-estiramiento.
En este tipo de movimiento se produce una elongación del músculo mientras se activan las sarcómeras en un intento de evitar la elongación (activación excéntrica), consiguiendo una gran tensión sobre los elementos elásticos en serie (tendones y titina principalmente), seguida tras un muy corto período de tiempo por un acortamiento muscular (acción concéntrica). La ventaja del ciclo estiramiento-acortamiento es que el músculo puede realizar una mayor cantidad de trabajo si es activamente elongado antes de que se produzca la contracción concéntrica. Éste es el caso de los saltos con contramovimiento, en los que la potencia alcanzada es mayor que cuando se realiza el mismo tipo de salto sin contramovimiento (González Badillo, 2000a: González Badillo y Ribas, 2002).
Se han propuesto cuatro mecanismos que explican el mayor trabajo positivo que puede llevar a cabo un músculo que realiza un ciclo de acortamiento-estiramiento: l) tiempo para el desarrollo de la Fuerza, 2) utilización de la energía elástica, 3) potenciación de la fuerza y 4) participación de los reflejos musculares. El primer mecanismo, denominado tiempo para el desarrollo de la fuerza, se relaciona con el aumento de tiempo que tiene el músculo para estar completamente activado cuando se realiza un estiramiento previo. Debido a que el trabajo positivo se mide como el área debajo de la curva longitud-tensión (Fig. 6.4), un aumento en la tensión muscular al comienzo de la contracción concéntrica mejorará el trabajo positivo que se puede realizar. En el caso de que se realice este movimiento previo, se habrá comenzado el proceso de excitación de la fibra muscular por el SNC, estimulación y contracción muscular (pretensado), con lo que la tensión al inicio de la contracción muscular estará potenciada (Komi, 1986; Enoka, 2002).
El segundo mecanismo se relaciona con el almacenamiento en el tejido elástico de energía durante la fase de elongamiento muscular y la posterior utilización durante la acción de acortamiento (fase concéntrica). El tercer mecanismo, potenciación de la fuerza, sugiere que la tensión que desarrollan los puentes cruzados aumenta como consecuencia de realizar un movimiento de estiramiento previo a una acción muscular concéntrica. El cuarto mecanismo está asociado con los reflejos de estiramiento(descarga motoneuronas alfa y reflejos de latencia prolongados) evocados por la elongación activa muscular en el comienzo del ciclo de estiramiento-acortamiento.
La fuerza que un músculo puede realizar durante velocidad constante es mayor durante acciones de tipo excéntrico (elongamiento muscular). Por ejemplo, se sabe que es más fácil bajar un peso elevado con los flexores del codo, lo que requiere una acción excéntrica que subir el mismo peso con una acción de acortamiento muscular.
Sin embargo la fuerza que se puede realizar durante el elongamiento muscular puede variar considerablemente. Por ejemplo, se sabe que la fuerza muscular varía de manera no lineal cuando un músculo activo pasa de una acción isométrica a realizar una acción excéntrica.
El proceso por el cual se genera y mantiene la fuerza y la velocidad de contracción en un músculo o grupo de músculos incluye numerosos eslabones estructurales y funcionales de cuya interacción final resulta la actividad física manifestada por los músculos.
Anteriormente se ha comentado que, desde el punto de vista fisiológico, la fuerza se entiende como la capacidad de producir tensión que tiene el músculo al activarse. En teoría, esta capacidad está en relación con una serie de factores, unos de tipo estructural, como son: el número de puentes cruzados de miosina que pueden interactuar con los filamentos de actina (Goldspink, 1992), el número de sarcómeros en paralelo, la tensión especílica o fuerza que una fibra muscular puede ejercer por unidad de sección transversal, la longitud de la fibra y del músculo o el tipo de fibra; y otros de tipo neural, como el número de unidades motoras activas, los aumentos en la frecuencia de estimulación que se den en las motoncuronas que gobiernan las fibras musculares, el número de sarcómeras que se activen, factores facilitadores e inhibidores de la activación ncuromuscular y las características del manejo del calcio iónico en el interior de la fibra aspectos básicos para la generación de la fuerza muscular.
Además de los factores anteriormente comentados, otras cuestiones relacionadas con las propiedades mecánicas del músculo, como el ángulo articular donde se genera la tensión articular y la longitud inicial del músculo cuando se activa, el tipo de activación y la velocidad de movimiento son también determinantes en la producción de tensión en el músculo (Harman, 1993). La fuerza que puede manifestar un músculo esquelético depende de la longitud que tienen los músculos en el momento de generar tensión y los cambios de la longitud en el tiempo (velocidad de contracción).
Por Denis Contreras del foro entrenamiento de la fuerza en deportes de conjunto de la escuela Virtual de Deportes.