martes, 27 de abril de 2010

ESPECIFICIDAD DE LA FUERZA


El entrenamiento de la fuerza en la actualidad debe ser específico a las necesidades del deportista o del sujeto, al planificar el entrenamiento de la fuerza, se debe priorizar en el desarrollo de movimientos que simulen lo más eficientemente los gestos técnicos o tareas motoras cotidianas en caso de que el entrenamiento este focalizado hacia la salud, pero no solamente alcanza con simular el recorrido del movimiento la réplica debe coincidir con la velocidad, tipo de contracción y calidad de tensión de las fibras musculares.

En deportistas que deben realizar gestos técnicos a altas velocidades como en es el caso de los lanzamientos en el atletismo, el entrenamiento complementario a baja velocidad podría ser necesario para inducir la máxima adaptación muscular, teniendo en cuenta que cada entrenamiento va a alterar una parte de la arquitectura muscular que es definida por Enoka (1994) como la “disposición física de los elementos contráctiles del músculo”. De estos elementos se deben destacar 3 variables fundamentales: grosor muscular, ángulo de peneación y longitud de los fascículos.

El entrenamiento que podría ser beneficioso para algunos deportes debido a que las grandes tensiones generadas para favorecer el desarrollo de la hipertrofia en otros podrían provocar desventajas, si la hipertrofia desarrollada para los lanzadores modifica su ángulo de peneación a tal punto que impida el desarrollo fluido del movimiento, la técnica y la velocidad de la ejecución se verán comprometidos disminuyendo su rendimiento deportivo.

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